ONU condena a Guatemala por obligar a una niña a ser madre
El Comité de Derechos Humanos de la ONU emitió una decisión en la que reconoce que el embarazo y la maternidad forzada violan los derechos humanos de las niñas.
05-06-2025 (DECLARACIÓN) — En una nueva victoria para todas las niñas de América Latina y el mundo, el Comité de Derechos Humanos de la ONU declaró responsable a Guatemala por violar los derechos humanos de Fátima, una niña que sobrevivió a la violación sexual y quedó embarazada, pero no pudo acceder al aborto debido a las regulaciones restrictivas que rigen en el país.
La ONU reconoció que Guatemala falló en su deber de proteger a Fátima, quien a sus 13 años fue violada por un profesor, que además había sido funcionario del organismo encargado de proteger la niñez en el país. A pesar de que expresó varias veces que no quería ser madre, Fátima fue obligada a continuar con el embarazo, culpada por la violencia que vivió, se vio forzada a interrumpir sus estudios y sufrió graves secuelas en su salud integral, incluyendo ideaciones suicidas. En cambio, su agresor nunca fue capturado, a pesar de que el caso se denunció.
En su dictamen, el Comité subrayó que la maternidad forzada interrumpe y limita profundamente los proyectos de vida de las niñas, afectando sus aspiraciones personales, educativas y profesionales, y vulnerando gravemente su derecho a una vida digna.
Asimismo, reconoció que la violencia sexual, el embarazo y la maternidad forzada que sufrió Fátima le provocaron un sufrimiento extremo, incluyendo intentos de suicidio. Señaló que la negativa del Estado a brindarle servicios esenciales de salud reproductiva —como el aborto legal al que tenía derecho— constituyó un trato cruel, inhumano y degradante, además de una forma de discriminación basada en estereotipos sobre el rol reproductivo de las mujeres.
Para evitar que casos como el de Fátima se repitan, el Comité le ordenó al Estado guatemalteco, entre otros, garantizar el acceso a servicios de salud como la interrupción voluntaria del embarazo, eliminando cualquier barrera; así como fortalecer los protocolos para el aborto terapéutico existentes para que ninguna niña enfrente un embarazo y una maternidad forzada. Además, le ordenó crear una política pública de reparación para sobrevivientes de violencia sexual, embarazo y maternidad forzada; y tomar acciones para prevenir la violencia sexual, incluyendo el acceso a educación sexual integral. Finalmente, le exigió capacitar obligatoriamente al personal de salud, justicia y educación en temas de género, niñez y derechos humanos.
Declaración de Catalina Martínez Coral, Vicepresidenta para América Latina y el Caribe del Centro de Derechos Reproductivos
“Todas las niñas tienen derecho a soñar, a jugar y a escribir su propia historia, y para eso necesitan que sus derechos sean garantizados. Como sociedad tenemos un acuerdo respecto a que la protección de las niñas es una prioridad. Pero esa promesa se rompe cuando no les damos acceso a todos servicios de salud, incluido el aborto, y las obligamos a asumir maternidades que no desean y para las que no están preparadas. A Fátima le falló el Estado guatemalteco, y le fallamos todas como sociedad. Con estas decisiones, hoy los Estados pueden actuar, proteger, reparar. Pueden tomar acciones reales para frenar la violencia sexual y evitar que esta dolorosa historia se repita. Seguimos luchando para que a todas las niñas del mundo se les permita seguir siendo niñas, no madres”.
Declaración de Carmen Cecilia Martínez, Directora Asociada de Estrategias Legales para América Latina y el Caribe del Centro de Derechos Reproductivos
“Fátima alzó su voz y logró demostrar al mundo que obligar a una niña a continuar con un embarazo no deseado violenta sus derechos fundamentales. La respuesta del Comité de Derechos Humanos de la ONU es clara y contundente: negar el acceso al aborto e imponer una maternidad forzada constituye una violación al derecho a una vida digna, a vivir libres de discriminación y de tortura. Es fundamental que protejamos a las niñas de la violencia sexual y de la cruel realidad de enfrentarse a embarazos forzados que destruyen sus proyectos de vida”.
Las organizaciones aliadas del Centro de Derechos Reproductivos en este litigio son: Planned Parenthood Global (Global), Mujeres Transformando el Mundo (Guatemala), Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva (Guatemala), Surkuna (Ecuador), Promsex (Perú) y Debevoise & Plimpton.